13 años!!

A pesar de ser para ese momento un culicagado de 9 años, recuerdo con alegría y nostalgia ese cinco de septiembre de 1993. Una selección como nunca se volverá a ver en este pedazo de tierra le metió cinco goles a una potencia de siempre en el fútbol. No voy a decir mentiras, es una verdadera proeza haber hecho eso y contra esa selección. Quien iba a imaginar lo que iba a suceder? todavía me acuerdo como en la transmisión se hablaba de "con el empate estamos en Estados Unidos" mostrando el típico conformismo de este pueblo, los nervios de todos porque la clasificación y la ida al repechaje se decidía en Buenoss Aires y, a pesar de contar con una selección tan poderosa como esa, sabíamos que nos metíamos a la boca del lobo.

A la "selesión" la recibieron a punta de piedra y escupitajos y yo no sé por qué carajos estos tipos andaban tan tranquilos... Oscar Córdoba haciendo chistes en los camerinos y el "Tino" hablando por teléfono satelital en mitad del terreno antes del partido... supongo que será parte de lo que es ser un verdadero profesional en este deporte... que manera de darle clases de fútbol a los segundos de américa, si es que alguien quiere poner a Brasil de primero.

Muchos amigos argentinos me dicen como "ya, supérelo", de todas maneras sé que allá no es que lo hayan hecho tampoco, todavía les duele... y como alguna vez ví en una película "de 100 veces que nos ganen, nosotros ganaremos una" pero esa vez, esa sola vez, será la más gloriosa de todas.

Maradona debió tragarse sus palabras y, como dicen por ahí, a nosotros nadie nos quita lo bailado.

Este es un homenaje pequeño, modesto, sencillo, pero de corazón a esa selección del Pibe (el de las papas), del "Tino", del "Tren", de Rincón, de Leonel, del "Chonto" herrera, de Andrés Escobar y del resto que de verdad nos pusieron a soñar. No le reclamo nada a ese equipo por lo que pasó después... no fuimos los únicos, a Argentina le pasó lo mismo en el 2002, así que me quedo con esas eliminatorias tan espectaculares que vivimos, donde fuimos los mejores de América, tal vez del mundo... me quedo con ese fútbol alegre de toque-toque que ya casi no se ve, con esos gritos de histeria y de alegría con cada gol celebrado, con un William Vinasco que se tragaba el micrófono narrando cada llegada del equipo al área contraria, con la lección de humildad que los argentinos asimilaron en segundos en la tribuna, con el mismo Maradona aplaudiendo a la selección... si, humildad, esa humildad que tal vez nosotros todavía no aprendemos y que hace de esa selección albiceleste una de las mejores, de las siempre favoritas, de mis favoritas.

Sir Gawain